27.9.10

Ducati Monster 796 ABS: en su justa medida











La familia Monster recibe una nueva integrante destinada a llevarse lo mejor se sus dos hermanas, la 696 y la 1100, pero con rasgos de distinción propios. La nueva 796 es el referente de Ducati en el segmento de las naked de cilindrada media.

El Salón de Colonia de 1992 será recordado como el escenario del nacimiento del icono Monster (la primera cubicaba 900 cc). El modelo más vendido en la historia de la marca sigue siendo un filón para los italianos, y Ducati ya no se entendería sin ella. En 1996 se introdujo la variante de 750 cc, que posteriormente pasó a 800 cc con las series S2R de hace tres años.

La actual generación (nacida en 2008) ha vuelto a retomar esta cilindrada media histórica. La razón es muy sencilla: la competencia empieza a sacar modelos de 800 cc y Ducati no quiere perder esa porción de mercado. La receta: tomar prestado el motor vitaminado de la Hypermotard 796 (los 803 cc se consiguen incrementando la carrera del motor 696) y “meterlo” en un rígido chasis tubular made in Monster. Las principales señas de identidad de la 796 pasan por la adopción del basculante monobrazo de la 1100, tapa de colín, cupolino, costuras del asiento rojas y cerco de llantas decorado. Las otras motos europeas (Aprilia Shiver 750, BMW F 800 R y Triumph Street Triple) ya tienen una dura rival. Además, Ducati declara 169 kg en seco (167 sin ABS), la cifra más baja de su categoría.

La 796 ABS se comercializa en rojo, blanco y negro (siempre con chasis rojo) por 9.750 € (9.045 € sin ABS). Un plus de exclusividad es la posibilidad de decorarla con 10 gráficas Logomanía, una serie que rememora logotipos antiguos de Ducati.

ERGONOMÍA

Lejos de usar el mismo “pack” de las otras Monster, la posición de conducción varía, con una altura de asiento de 800 mm (30 mm más que la 696 y 10 mm menos que la 1100) y un manillar 20 mm más alto. La posición sigue siendo al ataque, con el cuerpo adelantado, los brazos casi estirados y las muñecas cargadas, pero sin extremismos incómodos que machaquen el cuerpo tras muchos kilómetros. La 796 se conduce “desde dentro”, dándote la sensación de estar muy integrado y con todo bajo control.
Si vas a usarla con pasajero, existe la posibilidad de montar unas asas específicas.

MOTOR

Una vez arrancada, notas cómo el bronco ronroneo característico de Ducati sigue sin perderse. El clásico esquema L-Twin a 90º con refrigeración por aire y radiador de aceite permanece inalterado. Los cárteres del motor son de nueva factura y, gracias a un sofisticado proceso de fundición, rebaja 1.2 kg el peso del motor 696. El sistema de inyección electrónica Siemens con cuerpos de 45 mm funciona con una gran suavidad, consiguiendo además, que los consumos no se disparen y mantengas una buena autonomía (unos 250 km). Es curioso reseñar que la versión ABS tiene menos capacidad de depósito: 13,5 l. por 15 l. de la versión básica. La unidad de control va alojada debajo del depósito y resta espacio.

El calor que emana el motor a baja velocidad es uno de sus principales inconvenientes a la hora de rodar en verano, llegando a ser muy incómodo si te mueves entre el tráfico de la ciudad. El pasajero también compartirá sensaciones si pasa mucho tiempo sentado “encima” de los silenciosos.

El accionamiento del embrague hidráulico radial Brembo es una delicia, no así el de la palanca de cambio, algo dura. No debes volverte loco jugando con las seis velocidades, porque si lo haces te irás largo o te frenarás demasiado. La relación de cambio es excesivamente larga y el rango de utilización de los 87 CV (a 8.250 rpm) es muy corto (funciona genial entre 2.000 y 8.000 rpm), por lo que deberás tomarte tu tiempo para adaptarte a una 1ª-2ª muy separadas y una 5ª-6ª que no son un prodigio de recuperación. A unas 5.000 vueltas, se aprecia un pequeño “llano” de potencia que merma la linealidad del empuje, pero nada preocupante.

Uno de sus puntos fuertes es el sistema antibloqueo APTC, muy efectivo, con el que ya puedes equivocarte al reducir marchas sin miedo a bloquear la rueda trasera.

PARTE CICLO

La horquilla es la misma que en el resto de sus hermanas, es decir, una unidad Showa de 43 mm. Por su parte, el amortiguador es un Sachs regulable en precarga y extensión. Lo malo de la horquilla es que carece de regulación y, claro, con la potencia de los frenos es difícil que no se te hunda demasiado en frenadas fuertes o realizando una conducción agresiva. Un retarado del conjunto por un buen especialista sería muy recomendable porque a veces te faltará algo de confianza.

La frenada es lo mejor de toda la moto, con unos fantásticos discos delanteros de 320 mm (trasero de 245 mm) y pinzas Brembo de cuatro pistones con anclaje radial. Los gruesos latiguillos de acero, como siempre, también son de serie. El ABS es desconectable (siempre que encendemos la moto se activa por defecto) y no es tan intrusivo como el de otras marcas.

Marchesini sigue firmando unas bonitas llantas negras de cinco palos en forma de “Y” rodeadas por unos neumáticos Pirelli Diablo Rosso en “medidas 1100” (120/70 y 180/55 ZR17) acordes a las prestaciones de esta 796.

INSTRUMENTACIÓN

Queda confiada a los especialistas americanos de Digitek y está compuesta por dos displays superpuestos. La pantalla superior hace de cuentavueltas, mientras que en la inferior podemos encontrar información sobre: velocidad, rpm, reloj, cuentakilómetros total/parcial, aviso de mantenimiento, temperatura del aceite, cronómetro, opción DDA (Ducati Data Analyser o toma de datos mediante USB), etc. Los parámetros cambian actuando sobre el botón Mode de la piña izquierda.

1 comentario:

Jorge dijo...

VAMOS YA AHÍ ESA MONSTER Y ESE MONSTER!!!